domingo, 11 de septiembre de 2016

Creo que tenemos que hablar…: Claves para terminar una relación (bien)




Dicen que al finalizar las vacaciones de verano aumentan las rupturas de pareja. Quizás por las complicaciones surgidas de la convivencia, quizás porque el tiempo libre aumenta las posibilidades de que reflexionemos un poco sobre nuestra vida y, por tanto, nuestra relación. De ese momento en el que te das cuenta de que tu relación está rota es de lo que hablamos en el siguiente artículo para la revista Malicieux Magazine.





Cuando todo va bien en una relación de pareja, probablemente nadie se plantea cómo haría si tuviese que ponerle fin. Si lo diría directamente, si trataría de darle pistas a la otra persona, si esperaría a que fuese el otro quien tomase la decisión o a tener a otro u otra para curar las heridas, si le diría los motivos reales o no… Nadie quiere hacerse la pregunta del qué pasará después, del si podrán seguir siendo amigos/as o se guardarán rencor, de si podrán seguir manteniendo las amistades que comparten. Cuando todo está bien, simplemente, uno trata de vivir el día a día. 

Generalmente nadie quiere pensar en qué pasaría si se encontrase en esa otra situación. Quizás porque sería demasiado doloroso. Quizás porque se sentiría culpable de solo planteárselo. Quizás porque tiene miedo a estar solo/a.

Está claro que no existe la forma perfecta de romper una relación. Cuando hay sentimientos y emociones involucradas, es lógico pensar que la ruptura en sí será más o menos dolorosa. Al fin y al cabo, hablamos de personas que han compartido tiempo, experiencias, confidencias, intimidad, pasión, cariño. Que a priori quieren hacerse el menor daño posible. Pero entre las que las cosas no van como deberían.



Múltiples posibilidades para múltiples tipos de parejas

Podemos pensar que es más difícil dejar una relación cuanto más tiempo haya pasado desde su inicio, y no iríamos del todo desencaminados. La rutina creada hace que a sus miembros les sea más difícil deshacerse de su compañero/a. Pero, una vez más, también todo depende de cómo viva la situación cada uno de los implicados. Hay quien sufre rupturas traumáticas tras menos de un año de pareja, y quien vive con alivio una ruptura tras treinta años de convivencia.



A menudo la idea de acabar con una relación ronda las cabezas de uno u ambos miembros de la pareja en varias ocasiones antes de tomarse la decisión definitiva. Se lo plantean, pero quieren intentar todas las posibilidades antes de recurrir a ese fin. 


(...)


Comunicar la decisión

Aunque ya hemos explicado que no existe la forma perfecta de terminar una relación de pareja, sí que hay ciertas claves que pueden ayudarnos a superar ese momento:

-         Díselo en persona.
Si bien parece lo lógico, es evidente que no siempre se hace. La vergüenza, la culpabilidad, el miedo, pueden hacer que la persona decida utilizar otra forma para comunicar su decisión. (...)

-         No dejes que te domine la ira o el rencor.
Es recomendable tratar de organizar las ideas y argumentos que queramos exponer a la otra persona. Dejar a un lado los reproches y la ira e intentar expresarnos de una forma calmada. (...)

-         No emplees ultimatums
Hay quien tiene claro que la relación no va bien y, aun así, amenaza al otro o la otra con ese final para conseguir lo que quiere. (...)

-         No recurras a frases hechas
Todos sabemos cuáles son esas frases hechas: “No ere tú, soy yo”, “Podemos ser amigos”, “Te mereces algo mejor que yo”… Este tipo de frases, tan gastadas y socorridas, en nada contribuyen a expresar cómo nos sentimos y a que la otra persona nos comprenda. En el primer caso (...)

-         Prepárate para las posibles reacciones
Cuando nos imaginamos el momento de la ruptura, tan solo jugamos con una de las variables. Por mucho que conozcamos a nuestro/a compañero/a (...)



¿Y ahora qué?
Tras una ruptura, es importante saber crear otras rutinas para no quedarse estancados en el pasado (...) La clave, por tanto, es mirar hacia delante, quedándonos con lo bueno vivido, y esperando lo bueno por venir.


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