domingo, 8 de febrero de 2015

Mi pareja no quiere hacerme el amor

En mi nuevo artículo para la revista online Malicieux Magazine, hablamos de las dificultades por las que pasa una pareja cuando uno de sus miembros no desea mantener relaciones eróticas. A continuación, os presento ciertos hechos que necesitaremos tener en cuenta para entender algunos de los motivos, como el cansancio y el estrés, los problemas en la relación de pareja, las rutinas, las inseguridades, los cambios en los roles, etc.
 



"¿Habré dejado de gustarle?" "¿Tendrá un/a amante?" "¿Y si ya no me quiere?" Cuando alguien se encuentra en la situación de que su pareja rechaza cualquier acercamiento en el plano erótico, se activan todas sus “alarmas” y es entonces cuando surgen la confusión, la incertidumbre y los interrogantes.

 ¿A qué puede deberse tal circunstancia? Si como personas nuestras peculiaridades nos hacen únicos y como pareja nuestras reglas y costumbres también son especiales, es evidente que no va a existir una explicación capaz de calmar las dudas de todos los que vivan o hayan vivido esta situación. Aun así, veamos ciertos hechos que necesitaremos tener en cuenta para entender algunos de los motivos que pueden facilitarla:


1.  Cansancio y estrés. Si bien os puede parecer una excusa muy general, en realidad es la primera causa que provoca una disminución de nuestra libido o deseo de mantener relaciones sexuales. Si estamos sometidos a grandes dosis de estrés, inestabilidad y/o preocupaciones laborales, entonces es evidente que en nuestra mente ese hecho ocupará un espacio mayor del recomendable. La dificultad para desconectar del trabajo una vez finalizada la jornada, o incluso de seguir trabajando una vez se llega a casa, mantiene nuestra cabeza tan ocupada que ni siquiera podemos permitirnos el lujo de relajarnos y dejarnos llevar.

2. Problemas en la relación de pareja. Un periodo de continuas discusiones y desavenencias puede afectar al vínculo de pareja, de modo que uno de los dos (o ambos) no se sienta emocionalmente unido al otro. Ante la falta de acuerdos y las dificultades de comunicación es más difícil que fluya el entendimiento en el plano erótico, aunque también hay quien dice que unos y otros no se ven relacionados. Como siempre, cada pareja es un mundo.

3. Rutina. Una vida erótica demasiado monótona y repetitiva puede influir en un descenso del deseo y de la búsqueda de esos momentos de intimidad con la pareja. Por eso es importante no dejar de sorprenderse mutuamente. Recordar que el coito es solo “un plato del menú”, pero que éste es tan enormemente variado que existen infinitas formas de saciar nuestro “hambre”.


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http://www.malicieux.es/magazine/sexo/mi-pareja-no-quiere-hacerme-el-amor.html